- Se compra hojaldre del que ya viene estirado (no es congelado y el que yo encuentro es redondo, hacen falta dos paquetes pues viene una plancha en cada uno). También se puede comprar hojaldre congelado que es cuadrado y vienen dos planchas en cada paquete, pero el hojaldre congelado hay que estirarlo.
- Para el relleno, se empieza por poner en una sartén aceite hasta que cubra el fondo. En ella se dora una cebolla grande picada, y a continuación se añade una lata mediana de bonito en escabeche.
- Se da una vuelta y se incorporan dos latas pequeñas de pimientos rojos, y un bote de tomate frito Orlando o similar. Se deja cocer unos minutos, se sala y se separa del fuego.
- Se cubre una fuente (adecuada al tamaño del hojaldre comprado) con una de las planchas de hojaldre y se pincha con un tenedor. Se pega el hojaldre al borde de la fuente con un poco de agua (yo le pongo encima judías para que no se levante la pasta del fondo de la fuente) y se mete al horno a 150º, habiéndolo precalentado previamente.
- Cuando se empieza a dorar el hojaldre se saca y se quitan las judías (guardándolas para la siguiente vez, pues no se pueden guisar). Se echa el relleno en la fuente y se cubre con la otra plancha de hojaldre pegándola bien por los bordes.
- Se pincha igualmente con un tenedor por toda la superficie, y se pinta con un huevo batido (yo lo extiendo con los dedos). Finalmente se mete al horno que se ha conservado encendido y se deja hasta que esté bien dorado.
¡Que aproveche!
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