Hoy os traigo una receta muy especial que he encontrado traspapelada entre recortes de recetas de periódicos, recetas escritas a mano y apuntes a máquina en un cuadernillo que tenía mi padre por ahí perdido. La imagen no hace justicia a la perfección caligráfica del original que en principio, ha sido atribuido a la abuela materna de mi padre, la Abuela Blanca.
¡A disfrutarla!
- Se toma un pedazo de cadera o babilla, se machaca y adelgaza a fin de que quede una tira larga y que pueda arrollarse.
- Se hace un picadillo de jamón, un poco de carne y dos o tres huevos cocidos duros. Se pone a rehogar en la sartén este picadillo con sal, pimienta, nuez moscada y una cuchara de harina.
- Cuando está bien rehogado se saca y se extiende sobre el pedazo de vaca que teníamos preparado. Se arrolla este y se ata bien con un bramante o cordón para que no se salga el relleno.
- Se rehoga en harina y se pone con manteca de cerdo y media botella de vino blanco. Se deja cocer, y cuando está tierna la carne, se deja apurar el agua hasta que quede asada en la grasa.
Esta carne, fina y cortada en lonchas delgadas, está deliciosa y me alegraré que os siente bien, y de salud os sirva.
Para la misma Sra.
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