- Se elige un cálido día de principios de otoño para ir a recoger unas cuantas moras al monte.
- De vuelta en casa, se lavan bien y se pesan.
- Aproximadamente para 1 kg de moras se requieren unos 600 g de azúcar y medio limón (de un limón grande). La cantidad de azúcar es a gusto de consumidor, pero a mí me gusta echarle un poco más de la mitad del peso de las moras porque así queda dulce pero no empalagosa y conserva un punto ácido del sabor de los frutos muy rico.
- Se pela bien el limón, quitando incluso la parte blanca más blandita que hay debajo de la piel (que amargaría la mermelada) y los huesos que pueda tener. El limón actúa sólo como potenciador del sabor de las propias moras, no es que queramos que la mermelada sepa a limón.
- Se mete todo en la Thermomix y se mezcla unos segundos a una velocidad rápida. Luego se programa unos 25 minutos velocidad 3-4 a 95º-100º de temperatura y cuando termine, se deja 15 minutos más a temperatura Varoma en la misma velocidad.
- La versión "cazuela" es también sencilla, el único inconveniente es que habrá que estar pendiente de que no se pegue nada al fondo removiendo para ello frecuentemente. La clave está en que se evapore mucho líquido para que vaya adquiriendo la textura de la mermelada.
- Cuando esté lista, el paso final y determinante es pasarlo todo por un chino o pasapurés con el filtro más fino para retirar las pepitas de la mezcla, lo cual hace que la mermelada quede mucho más suave y agradable.
¡Que disfrutéis las tostadas!
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