- Para hacer la masa, primero se mezclan 300 g de harina con ½ cucharadita de sal y 1 sobre de levadura seca de panadería (o 20 g de levadura fresca) en un recipiente.
- Se le da forma de volcán (es decir, un hueco en medio de la "montaña" de harina) y se añaden 200 g de agua templada, en torno a 37º, y 15 g de aceite de oliva virgen extra.
- Se remueve bien con un tenedor hasta que quede una masa lisa que se desprenda de las paredes del cuenco.
- Se pasa a una mesa enharinada ligeramente, y procede al amasado (si la masa queda muy pegajosa, ir agregando un poquito de harina, si está muy "mazacote", un poquito de agua).
Hasta aquí la receta es como la elaboración de la masa de pizza normal, veamos ahora como hacer el pan pizza...
- Se estira la masa para que quede bien fina, y se echa en la superficie mantequilla derretida (o aceite), sal, y unas especias (nosotras le echamos romero y orégano, pero eso es a gusto del consumidor :)).
- Se enrolla la masa como si fuera un brazo de gitano, bien ajustado.
- Se enrosca el brazo de gitano en forma de espiral, se tapa y se deja en un sitio tibio hasta que leve un poco (20 minutos aproximadamente, se va viendo sobre la marcha).
- Se estira la espiral con el palo de amasar, dejándola bien fina y, dándole forma circular, se pone la masa en un molde de pizza y se deja un ratín más levando.
- Se pone al horno a 180º unos 15 minutos, pero hay que ir vigilando y sacarlo cuando quede en el punto que a cada uno le guste más (más tiempo, más crocante).
- Se corta en cuadrados o triángulos... et voilá!
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