Relleno de cebolla caramelizada:
- Se derriten 30 g de mantequilla sin sal en una sartén a fuego bajo.
- Se añaden 2 cebollas (de variedad Vidalia o sino normales) troceadas en finas tiras.
- Se añade una pizca de sal y un poco de tomillo, y se deja a fuego bajo durante una media hora hasta que la cebolla adquiera un tono ligeramente marrón y una textura suave.
- Opcionalmente se le puede añadir un chorro de vinagre balsámico o un poco de azúcar unos 10 minutos antes de que esté la cebolla lista o elegir otras especias al gusto.
Relleno de espinacas:
- Se pone una sartén a fuego medio con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Se trocean finamente unas espinacas frescas (bastante cantidad, que luego se reducen mucho al cocinar) y se cocinan en la sartén unos minutos hasta que se oscurezcan.
- Se añade 1 diente de ajo muy picadito y se cocina todo durante un par de minutos más. Se aparta del fuego.
- Se ponen en un recipiente 85 g de queso crema tipo Philadelphia, 115 g de crema agria ligera, 2 cucharadas de queso parmesano (recién rayado a ser posible), sal de ajo, pimienta negra (recién molida tiene más aroma), chile en polvo y las espinacas de la sartén.
- Se mezclan bien los ingredientes y se rectifica el punto se sal si fuera necesario (como la sal de ajo ya lleva sal, no habrá que añadir mucha si es que hiciera falta).
- Se rellenan las tartaletas y antes de hornear se espolvorean con un poco de queso rayado tipo mozarella.
No hay que ser muy estricto con las especias, la elección y cantidad van al gusto del consumidor.
Preparación de la masa:
- Se precalienta el horno a 200º.
- Se mezclan 250 g de harina, 10 g de levadura en polvo Royal, 10 g de azúcar y una pizca de sal en un recipiente.
- Se cortan 85 g de mantequilla en trozos y se añaden a la mezcla de harina. Se amasa la mezcla hasta que los trozos de mantequilla queden totalmente incorporados.
- Se añaden 150 ml de leche y se mezclan bien hasta que quede una mezcla homogénea.
- Se espolvorea un poco de harina sobre la encimera y se vuelca la masa en ella. Con las manos también enharinadas se amasa unos minutos. La masa tiene que quedar bastante compacta y fácil de amasar sin que se pegue en los dedos.
- Se van cogiendo pellizcos de masa y se hace una bola con ellos. Luego se aplastan y se hace con el dedo o con una cucharilla una pequeña hendidura en el centro para colocar luego el relleno. Cuanto más finitas queden las bases, más rico, porque queda más ligero.
- Se colocan las bases sobre una bandeja de horno con un papel de hornear (o de aluminio en su defecto, aunque se pegan un poco más), se rellenan y se meten al horno durante unos 12-15 minutos hasta que se doren. Se sirven aún calientes.
El tamaño y forma de las bases depende un poco de cómo queramos presentarlo. También se puede extender la masa estilo pizza y colocar el relleno encima, pero habrá que dejarlo unos minutos más en el horno.
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