- Se pelan dos berenjenas y se cortan en rodajas finas. Se llena una fuente grande de agua tibia con un poco de sal y se echan dentro las berenjenas. Como flotarán, se pone un plato encima y algo sobre él para hacer peso. Con este paso previo le quitaremos todo el amargor a la berenjena.
- Pasado un rato, se escurren las berenjenas y se colocan en una fuente apta para microondas. Se meten a máxima potencia durante unos 10 minutos en el microondas (hasta que estén tiernas) con algo que las cubra para que no se resequen demasiado. También se pueden hacer a la plancha, pero este es un proceso más laborioso.
- Mientras tanto se pican dos cebollas medianas y un diente de ajo y se ponen a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva.
- Cuando está la cebolla, se añade 1/2 kg de carne picada (puede ser de ternera o si queréis la opción más saludable, de pavo). Se sazona con sal y pimienta y se deja unos minutos más hasta que esté hecha la carne.
- Cuando está todo preparado, se coge una fuente para horno y se colocan en ella capas alternas de berenjena y carne.
- Ha de sobrar un poco de berenjena para la "bechamel". Para ello se pone en un vaso de minipimer la berenjena restante, un chorro generoso de leche desnatada, 3 quesitos light de la vaca que ríe (o el equivalente a esa cantidad de queso Philadelphia light), nuez moscada y un poco de sal. Se bate todo bien hasta que adquiera una textura parecida a la de la bechamel tradicional.
- Se vierte la "bechamel" el la fuente y se reparte bien entre toda la superficie.
- Se mete al horno en la función de gratinado durante unos minutos (tampoco esperéis que se vaya a dorar mucho, que esto no es como el queso rallado, jejeje...).
¡Y listo! Un plato rico y bajo en calorías en un periquete...
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