Cómo decorar una tarta con fondant (Por Isa y Lucía)

En este post, que no es de una receta exactamente, os contamos nuestra experiencia en un curso de decoración de tartas que hicimos con las chicas de Vainilla y Caramelo. Tienen, al sur de Madrid, un local chiquitillo pero muy apañado, con todo lo necesario para dar los cursos, espacio para la tienda y cocina para elaborar sus pedidos.

Fue una tarde de curso, 3 horas y pico, en las que nos lo pasamos como enanas dando forma a nuestra propia tarta. Aunque todos los utensilios que usamos tienen un link a la tienda online de Vainilla y Caramelo para que sepáis exactamente qué usamos, veréis que hay algunos productos más necesarios que otros. En realidad no hace falta tener un arsenal de herramientas específicas para hacer una tarta normalita.

Yo soy de las que pensaba que este tipo de tartas "súper monas" luego tenían que ser incomestibles con tanto adorno de azúcar, pero en el curso pude comprobar que, con un buen bizcocho y un relleno que nos guste, luego los adornos son lo de menos en el sabor final (si no te pasas con ellos, claro) y las tartas hasta están ricas... Por supuesto no son para hacer a todas horas, llevan su tiempo (que disminuye con la práctica), pero para un regalo original, algún cumpleaños o celebración, son una gran idea. Esperamos que estas ideas básicas os ayuden si os animáis alguna vez.

Consejos para el bizcocho:

Para seguir esta guía de decoración necesitaremos haber horneado un bizcocho con una receta para tartas de fondant. No vale cualquier bizcocho. Para estas tartas se necesita una consistencia capaz de soportar el peso de la decoración. Es importante que trabajemos con todos los ingredientes a la misma temperatura, con lo que tendremos que sacar la mantequilla, huevos y demás cosas de la nevera con antelación.

Dado que esto hace que el bizcocho sea más seco, es recomendable (que no obligatorio) rellenarlas con algo, ya sea mermelada, ganaché de chocolate, dulce de leche, buttercream, etc. para hacerla más jugosa.

Como necesitamos un bizcocho con forma lo más regular posible, a parte de engrasar las paredes del molde, da muy buen resultado recortar un trozo de papel de hornear para cubrir la base del molde (los bordes no) ya que el fondo es la parte que más tiende a pegarse. Una vez horneado lo podremos retirar fácilmente al desmoldarlo antes de empezar a trabajar con él.

Es bien sabido que es preferible no abrir el horno mientras se hace el bizcocho para que no se pierda el calor. Para evitarlo en lugar de abrir la puerta para ver si el bizcocho ya está hecho, se le da un pequeño golpe seco a la puerta del horno: si la masa se mueve un poco a lo "flan" aún no está hecha, si no vibra, es el momento de sacarla del horno.

Este es el bizcocho que yo utilicé, de chocolate, que como podéis ver no tiene la mejor de las pintas... y aún así salió una tarta muy buena... ¡no os desaniméis! El aspecto se esconde luego con la decoración, lo que importa es el sabor y la textura.
 
Cómo rellenar el bizcocho:
  • Una vez frío, con una lira se corta el bizcocho en varios pisos (el número dependerá de la altura del bizcocho, pero cuanto más finas más difícil será manipularlas). Para ello hay quien mueve la lira dejando fijo el bizcocho, aunque es más fácil dejar la lira fija el ir cortando el bizcocho presionando contra la lira con decisión y girándolo al mismo tiempo.
  • Se eligen el relleno y una base adecuada donde montar la tarta (nosotros usamos buttercream de fresa o vainilla y estaban muy ricas de sabor). En la base se pone un poco de relleno (un "pegote" en el centro, no hace falta cubrir toda la superficie que ocupará el bizcocho) para que al colocar la primera capa de bizcocho se fije sin deslizarse. 
  • A continuación, primero se coloca la capa superior del bizcocho con la parte con "dorada" hacia arriba de manera que debajo quede la parte más plana.  Luego se colocan el resto de las capas y  se deja para el final la base del bizcocho que siempre será la más llana, por lo que será la pieza óptima para que sea la superficie de arriba de nuestra tarta.
  • Teniendo en cuenta este orden se monta de la siguiente manera: después de fijar la capa inferior con un poco de relleno contra la bandeja se pincha con un palillo toda la superficie de arriba (para que empape mejor) y se almibara con un biberón. Hay que ser más generoso cuanto más seco sea el bizcocho. 
  • Una vez almibarado se cubre la parte de arriba con relleno utilizando una espátula. Hay que tener en cuenta que al cortar la tarta y servir se han de ver las rayas del relleno entre las capas de bizcocho así que hay que ser generoso. 
  • Se continúan colocando el resto de las capas (almibarando y rellenando) dejando para el final la base del bizcocho que se colocará con la parte "dorada" para arriba. 
  • Es el momento en el que, para ponernos profesionales, se puede usar un pequeño nivel para ver si la tarta está recta o por dónde está más desnivelada. Finalmente se usa un poco más de relleno para poner una fina capa sobre la parte superior de la tarta (corrigiendo el posible desnivel con un extra en las zonas adecuadas) y para igualar los laterales.
  • Con una toallita (de las de bebé) limpiamos los trozos de la bandeja sobre la que se monta la tarta en los que queden restos de relleno o migas que hayan podido desprenderse del bizcocho.
Nota: Mi bizcocho, como podéis ver en la primera foto, estaba un poco hundido por el centro. Usé unos retales de bizcocho para poner entre una capa y otra para elevarlo, así que ya veis, ingeniería pura...

Cobertura y modelado con fondant: 

Cuidado con la ropa que llevamos mientras estemos modelando. Parece mentira, pero un jersey con mucho pelo puede llenarnos el fondant de pelusilla, lo cual no es muy recomendable...

  • Llega el momento de empezar con el fondant. Para la decoración completa de esta tarta usamos una pieza de unos 500 g de fondant blanco. Para empezar se amasa la pieza de fondant a utilizar para hacerla más manejable. Si tenemos las manos muy secas puede que se nos pegue, en ese caso es útil engrasarse las manos con un poco de Crisco, una grasa vegetal.
  • Una vez tenga una textura más suave y moldeable se estira con un rodillo. Para que no se pegue podemos utilizar un par de aplicaciones de spray desmoldante sobre la superficie en la que vamos a trabajar. Se va haciendo un círculo con el fondant intentando que el grosor sea homogéneo hasta que  sea una plancha suficientemente grande para cubrir nuestra tarta. 
  • En ese momento, con ayuda del rodillo en el que se enrolla el fondant, se coloca sobre la tarta con cuidado empezando por un lateral, luego la parte superior y terminando con el otro lateral. Una vez presentada la capa lo primero que se fija es la superficie de arriba de la tarta contra el fondant usando la mano y luego poco a poco se van pegando los laterales, poco a poco, desde arriba hacia abajo (intentando pegar poco a poco el lateral todo a la vez en lugar de ir girando, de arriba a abajo). Si pegamos los laterales poco a poco, sección a sección, se acumulará una arruga cuando terminemos de hacer todo el giro de la tarta y eso es lo que tratamos de evitar.
  •  Para dar el último toque se puede usar un alisador de fondant y pasarlo por toda la superficie de la tarta para conseguir que termine de pegarse bien y alisar completamente la superficie. Finalmente se corta el fondant sobrante con una esteca, haciendo la incisión dejando un margen para que no se llegue a ver el relleno en ningún lado si al tratar de ajustar  mucho el corte se nos va un poco la mano. 
  • El fondant sobrante lo reservamos para el resto de la decoración, pero si hay algo que se ha manchado con relleno, habrá que cortarlo y desecharlo.
  • Se coge del fondant sobrante la mitad, la otra mitad la reservaremos en una bolsa de plástico cerrada (por ejemplo de las de alimentación) para modelar una figura a mano (en este caso un conejo, pero en internet hay millones de tutoriales). Se tiñe el fondant con colorantes en gel (no valen los líquidos, ya que estropearían el fondant) y con los moldes que queramos elaboramos los adornos.
  • Se pegan las piezas de fondant usando un pincel con un poco de agua sobre la superficie a pegar.
  • El fondant tarda un tiempo en secarse, el suficiente para que si hacemos una figura, esta de deforme por el peso antes de quedarse rígida. Para acelerar el proceso de secado se le añade al fondant restante una cucharadita de CMC (carboxi metil celulosa) en polvo. Se incorpora bien al fondant amasando, como hicimos con los colorantes. Hay que tener mucho cuidado de dejar en la bolsa todo lo que no se esté usando en ese momento y darse prisa en modelar, antes de que el fondant se quede duro.
  • Se coge un primer trozo para el cuerpo. Se amasa bien y se hace una bola con la masa. Luego se le da una forma como de lágrima. La parte más ancha será la base y la pequeña será donde se fije la cabeza. En la que decidamos que va a ser la parte delantera se pega con agua una capa fina de fondant rosa con forma ovalada que será la tripa. 
  • Para los brazos y las piernas se hacen unos churros (los brazos un poco más pequeños que las piernas) más gruesos por uno de los lados (las manos/pies) que en el caso de los pies se doblarán formando un ángulo de 90º. Si el fondant cede y no se mantiene doblado se puede poner contra algo (como veis en la foto yo usé el propio rodillo) para forzar que esté así durante un rato mientras empieza a secarse. Con una esteca se marcan los dedos y en los pies se añade (como hicimos para la tripa) un pequeño círculo de fondant rosa en la planta. El otro extremo, donde va la unión con el cuerpo, se aplasta un poco para hacer la unión más natural y se pega con agua.
  • Para la cabeza se vuelve a formar una especie de lágrima, y aplanamos la parte más estrecha. Con unas tijeras se corta la parte plana por la mitad y se separan ambos trozos uno para cada lado (serán las orejas). Se hacen dos pequeñas bolas para el hocico y una más pequeña de color rosa para la nariz. Se pegan las tres piezas con agua a la cabeza.
  • Para las orejas del conejo se usan estas herramientas para abrir los huecos. Luego con la ayuda de un pincel seco pintaremos el interior de los huecos y las mejillas de rosa con un colorante en polvo. Para los puntitos de los mofletes se pueden usar un palillo o alguna herramienta de modelado con esa forma. Para los ojos se usa un rotulador negro de tinta comestible
  • Es el momento de unir el cuerpo con la cabeza. Como pesa demasiado para que se sostenga simplemente con un poco de agua, se coloca el cuerpo sobre la tarta y se atraviesa, empujando hasta la base del bizcocho, con un spaghetti. Se corta el trozo saliente hasta que sólo quede un trozo de altura un poco inferior a la cabeza (para que no sobresalga) y se pincha la cabeza en el final.
  • Finalmente se le da el último toque añadiendo un poco de césped alrededor del conejo. Para ello usamos una buttercream teñida con tinte verde y una boquilla especial.
Nota: En este vídeo se explica el modelado del conejo tal y como lo hicimos nosotras, menos la parte de la cabeza que es más parecida a la explicación que aparece en este otro vídeo.

Y aquí tenemos uno de los primeros diseños de Isa después del curso: una tarta-sandía para el cumple de Lolo... ¡Felicidades a los dos!

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