Os traigo una receta muy especial que era importante publicar hoy, y es que es hoy día 9, y no el día 19 de marzo (San José), cuando se celebra en Rumanía el día del padre. Diana comparte con nosotros esta receta de su tierra de unos dulces parecidos a nuestras rosquillas que son típicos de ese día para celebrar en familia o, como fue el caso, para compartir con los amigos. Tengo que agradecerle también a Andrei que me echara una mano con la traducción de la receta, porque todavía mi rumano no lo he perfeccionado del todo...¡Muchas gracias a los dos!
- Se mezclan 1 kg de harina, 2 cucharadas de azúcar avainillada y una pizca de sal.
- Se incorporan a la mezcla poco a poco 100 g de mantequilla, 3 huevos batidos, 4 cucharadas de miel (puede usarse una cantidad similar de azúcar en su lugar), levadura fresca y 1/2 l de leche. La cantidad de leche es aproximada, lo mejor es echarla poco a poco hasta que la masa tenga una textura adecuada para ser manipulada cómodamente. Se amasa bien.
- Se deja fermentar hasta que doble el volumen.
- Se estira la masa haciendo un churro. Se cortan porciones del churro y se dobla cada una formando un 8 sobre una bandeja de horno con papel de hornear.
- Se dejan levar la masa y luego se pintan las figuras con huevo batido.
- Se hornea a temperatura media hasta que están dorados.
- Se prepara un almíbar con azúcar, miel, agua, ron y zumo de limón (las cantidades un poco a gusto del consumidor) y se sumergen los mucenici en él hasta que empapen bien.
- Se espolvorea por encima con nueces picadas y coco rallado.
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