Tarta alemana de queso quark (Por Lucía)

Hace unos días encontré por internet esta receta que me llamó la atención. El queso quark, del que yo no había oído hablar nunca, es un queso fresco cremoso que al parecer usan bastante los alemanes para esto de la repostería. Allí donde nosotros usamos el queso Philadelphia, ellos usan el quark. Ventajas: es más ligero y da un sabor más suave. El resultado: una tarta sabrosa pero no empalagosa. Además os diré que yo era reticente a echarle las pasas porque no soy muy fan, pero al final le dan a la tarta un toque sutil que hace que la tarta esté aún más rica.

La receta que al final yo utilicé es un poco distinta a la original pero no creo que haya una gran diferencia de resultado. La verdad es que no creo que haya que ser tan estricto con los tiempos de espera, pero sí que es verdad que es una tarta que conviene hacer para consumir de un día para otro.

¡Espero que os guste! :)

  • Un rato antes se ponen unos 100 g de pasas pequeñas sin pepitas a macerar en algún licor para que se hidraten (yo usé málaga virgen).
  • Se extiende una plancha de masa brisa redonda sobre la encimera (suele venir enrollada sobre papel de hornear). Se coloca sobre un molde tipo quiche (yo suelo dejar el papel para que no se pegue, si no, hay que engrasar el molde). Se pincha toda la superficie de masa con un tenedor y se mete en la nevera mientras preparamos el relleno. 
  • Se baten 50 g mantequilla a temperatura ambiente, 70 g azúcar y 40 g azúcar avainillado hasta obtener una textura cremosa. Se añaden 2 huevos (tamaño L) y se baten. Se incorpora la ralladura y el zumo de 1/2 limón
  • Se añade una tarrina de 500 g de queso quark (un queso fresco que se puede encontrar en el LIDL entre otros sitios), 200 ml de nata líquida (un brick pequeño),  20 g de maicena y 1 sobre de preparado para flan de vainilla. Se bate hasta que esté perfectamente integrado. 
  • Se vierte la mezcla sobre la masa brisa y se incorporan con cuidado las pasas escurridas de manera que queden uniformemente repartidas.
  • Se precalienta el horno a 180º y se hornea la tarta durante una hora aproximadamente, hasta que la tarta este cuajada casi del todo (se va comprobando con un tenedor). Si se tuesta mucho la tarta durante el horneado se cubre con papel de aluminio para que no se queme. Se apaga el horno y se deja enfriar dentro con la puerta ligeramente abierta durante unas horas. A continuación se mete la tarta en la nevera y se deja de un día para otro antes de comerla (yo la hice por la tarde y para cuando me fui a dormir la pasé a la nevera).

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