- Se frota un solomillo de centro, de añojo o ternera, con sal, pimienta y se deja macerar en un chorro de aceite con trozos de chalota y 4 dientes de ajo partidos por la mitad, durante 3-4 horas.
- Pasado el tiempo de maceración, se retira el solomillo de la “guarnición” que se reserva y se pone a dorar en una sartén o cazuela, con mantequilla y aceite (para que se dore bien). El dorado debe ser por todos los lados del solomillo.
- Una vez dorado el solomillo, se seca con papel absorbente de cocina y se envuelve en hojaldre (sirve perfectamente el de “la Cocinera”) que se habrá extendido y “afinado” con un rodillo.
- Se coloca el paquete de hojaldre en una fuente de pirex y se pinta con huevo batido.
- Se cuece en el horno durante unos 20 minutos, previamente calentado.
- Se elabora la salsa.
Debido a la dificultad que entraña el partirlo, ya que hay que hacerlo cuando está caliente, es mejor volver a llevarlo a la cocina y cortarlo en rodajas gruesas con un cuchillo largo, que corte muy bien para no deshacer el hojaldre.
Acompañar el solomillo con el huevo hilado y el puré de las verduritas.
¡Ah!, un buen “Ribera del Duero” o “Rioja” la va de perlas.
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