El limón confitado con sal es uno de los ingredientes más importantes de la cocina marroquí. Es muy fácil de preparar y se conserva muchos meses.
- Se lavan 2 kg de limones pequeños (que no hayan sido tratados). Se frotan con sal y posteriormente cubren con 1/2 g de sal fina unas 12 horas.
- Se ponen los limones con la sal en un recipiente y se cubren con agua. Se agrega 1 vasito de vinagre para que no se vuelven negros y 1 puñado de hojas de laurel. Se añaden 2 vasitos de aceite de cacahuete.
- Se dejan en ese adobo durante una semana a temperatura ambiente.
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