Haz click aquí para ver la lista completa de ingredientes necesarios para dar de comer a una horda de sobrinos hambrientos.
- Se prepara el relleno a base de 500 g de bonito en escabeche, pimientos rojos de piquillo al gusto y tomate frito Hida (una cantidad suficiente para que se impregnen bien el bonito y los pimientos) en una sartén.
- Mientras tanto se prepara una cacerola grande con abundante agua, un chorro de aceite de oliva, un par de hojas de laurel y un poco de sal gorda. En ella se cuece la pasta de los canelones (unos 40, nunca precocinados) durante 10 minutos hasta que esté al dente.
- Se montan los canelones. Para ello se rellenan, se enrollan y se colocan en la fuente. Deben prepararse antes de hacer la bechamel para que no de tiempo a que esta se espese, sino que se vierta por encima recién hecha.
- Para preparar la bechamel, en una cacerola o sartén se añade aceite de oliva más o menos hasta que cubra el fondo. Una vez esté caliente el aceite se echan 3 o 4 cucharadas de harina.
- Cuando la harina se haya tostado se añade un litro de leche de golpe. Si han quedado grumos se puede pasar por la batidora para deshacerse de ellos.
- Cuando la bechamel haya espesado se incorpora poco a poco otro litro de leche hasta conseguir una textura apropiada (ni muy líquida, ni muy espesa). Se sazona con un cuarto de bote de nuez moscada en polvo y sal al gusto.
- A continuación se vierte la bechamel en la fuente por encima de los canelones. Una vez temple un poco la bechamel, se añade un poco de mantequilla por encima y se mete a gratinar al horno. El grado de tostado será a gusto de consumidor.
¡A disfrutarlos en familia!
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