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- Se pone en un molde una plancha de masa quebrada o brisa con el papel de horno incluido. Se pincha la masa.
- Se vacía el contenido de una morcilla de Burgos en una sartén (sin aceite ni nada) para que suelte la grasa. Una vez escurrida la grasa, se cubre con ella todo el fondo de la masa. Se hornea a 240ºC durante unos 15 minutos.
- Durante este tiempo se mezclan en un bol los demás ingredientes: 3 huevos, 1 brick de nata líquida, esa misma cantidad de leche y sal al gusto. Se bate bien.
- Cuando acaba el primer horneado, se vierte esta mezcla en el molde y se hornea durante unos 25 minutos más a unos 225ºC.
- Se pincha la quiche para ver si el relleno está cuajado y si no, se continúa horneando hasta que la aguja salga limpia.
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