- Se cuecen en agua con un poco de aceite de oliva y sal, 300 g de spaghetti durante unos 10-12 minutos (o el tiempo que especifique el fabricante). Se escurre y se riega con una cucharada de aceite de oliva (para que no se convierta aquello en una gran masa de pasta, quedando esta más suelta).
- Se calienta un poco de aceite y se fríe en él 1/2 cebolla picada. Cuando esté transparente se añaden 150 g de bacon troceado y cuando este cambie de color se añaden los spaghetti y se rehogan (una vez en la sartén yo utilizo unas tijeras de cocina para cortarlos un poco y que sea más fácil manipularlos).
- Se baten 6 huevos en un bol de buen tamaño y luego se añaden al mismo recipiente 4 cucharadas de nata líquida, 50 g de queso rallado, sal y pimienta y se mezcla bien. Se incorpora la pasta al bol y se mezcla.
- Se calienta una sartén con un poco de aceite y se vierte la mezcla del bol. Se espera a que cuaje por un lado y se le da la vuelta a la tortilla con una tapadera o un plato para que cuaje por el otro. Se sirve.
Me quedó un poco tostadita por fuera pero estaba muy buena :D
1 comentario
Los huevos me gustan... el bacon me gusta... los spaghetti a la carbonara me gustan... Mmmmh... Siguiendo con esa lógica, cómo crees que le quedaría un poco de mermelada de fresa??
No, en serio, este finde haré una. Ya te contaré...
Publicar un comentario