La receta es súper sencilla.
- Se pican muy finito tomate, pepino, cebolla y unas hojas de hierba buena. Es importante no desechar los jugos de las verduras ya que estos serán los que hidraten el cuscus.
- Se echa sal y se añade el cuscus (que no hace falta que esté ya cocido).
- Se remueve bien y se aliña con aceite y zumo de limón.
- Se vuelve a remover y se tapa con papel film transparente. Se deja en la nevera unas 4 horas.
Consejos de Lucía: yo a veces sustituyo la cebolla por puerro o cebolleta que tienen un sabor más suave. También me justa echarle un puñadito de dátiles troceados (hay quien puede preferir unas pasas) que me parece que le dan un toque muy bueno con su dulzor.
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