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- Se prepara un puré de patata de sobre que quede bastante espeso (también se puede preparar cociendo unas 4 ó 5 patatas en plan más pro).
- Mientras tanto se pica cebolla dulce o cebolleta (cebolla también puede valer, pero le dará un sabor más fuerte) en tiras finas y se pone a pochar en una sartén.
- Se incorpora al puré un huevo batido, un par de cucharadas de harina y una pizca de sal. Se mezcla bien.
- Se añade la cebolla una vez ya está tierna y se mueve hasta que esté incorporada a la mezcla.
- En una sartén antiadherente a fuego fuerte, pincelada con un poco de aceite de oliva o mantequilla, se van colocando porciones de la masa y se aplastan con una espátula (las de plástico o silicona se pegan menos) para hacer las tortitas más finas.
- Al cabo de dos o tres minutos se les da la vuelta y se vuelven a aplastar ligeramente (por ese lado ya no estarán tan pegajosas y será más sencillo).
- Se sacan y se sirven solas en su versión salada, acompañadas de compota de manzana o espolvoreadas con azúcar glasé.
Guten appetit!
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