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- Una vez pelados y lavados unos 2 kg de patatas, se cortan en rodajas pequeñas o en taquitos no muy grandes. Se ponen a freír con bastante aceite de oliva.
- Cuando llevan un rato friendo, se añaden unos 8-10 dientes de ajo pelados y enteros. Cuando todavía quede para que estén listas las patatas, se agrupan formando un montículo y se compactan con ayuda de la espumadera.
- A continuación, se ponen alrededor unas rebanadas de pan cubriendo la montaña de patatas haciendo capas. En ese momento, y mientras se siguen friendo las patatas, se riega el pan con agua o vino blanco (de 3/4 a 1 vaso).
- Antes de que empiece a quemarse la parte de abajo (para ello un buen truco es poner la mano encima del pan y si quema bastante es que está listo) se le da la vuelta como a una tortilla de patatas, bien con ayuda de un plato o tirándolo al aire si la habilidad lo permite.
- Una vez que se le ha dado la vuelta, se usa una espátula de madera con algo de filo para trocear las patatas y el pan y cacearlo todo bien para que coja consistencia de migas. En teoría, en este punto, las patatas deberían de estar lo suficientemente tiernas para que se pueda hacer sin problemas.
- Por otro lado se fríen huevos y/o tocino, o se asan las sardinas para el acompañamiento.
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