Este es un plato del recetario de la abuela que todos hemos probado alguna vez. Aunque esta es la manera tradicional en que ella lo hace, el relleno admite variaciones a gusto de los comensales y de la imaginación del chef. Lo mejor de todo: el sabor y la textura de los pimientos asados. ¡Una delicia!
- Se hace un arroz blanco rehogandolo en aceite junto con unos dientes de ajo y unos trocitos de jamón serrano.
- Se vacían unos pimientos (verdes o rojos, pero tienen que ser de los grandes) y se lavan.
- Se salan un poco por dentro y se rellenan con el arroz.
- Se colocan en una fuente todos los pimientos y se echa un chorro de aceite de oliva por encima y un poco más de sal (sin pasarse).
- Se asan hasta que estén hechos los pimientos dándoles la vuelta de vez en cuando para que no se quemen por arriba y se hagan por todos lados.
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