¡Manos a la obra!
- Se pone a cocer unos 400 g de pechuga de pollo con 1 diente de ajo, 1/4 de cebolla y sal. Se saca el pollo y se deja enfriando sin tirar el agua de la cocción.
- Se cuece 1/2 kg de tomates verdes (son una variedad que en España es difícil de encontrar, si no encontráis bastará con tomates rojos normales) sin piel unos 10 minutos desde que empiece a hervir el agua.
- Se pasa por la batidora el tomate, un manojo de cilantro, un diente de ajo y 1 chile (con semillas y todo, los podéis encontrar en Mercadona) más un par de cazos del agua de haber cocido el pollo.
- Se pone a cocer la salsa más otras 3 cucharadas del caldo de haber cocido el pollo, una pastilla de Avecrem y chorro de aceite de oliva. Se deja hervir durante 15 minutos.
- Mientras se va desmenuzando el pollo cocido.
- Se doran unas tortillas de maíz (no son fáciles de encontrar, pero las tienen en tiendas especializadas) en una sartén con una gota de aceite de oliva (lo justo para que no se peguen) y luego se bañan en la salsa, se rellenan con el pollo y se enrollan. Se van colocando en una fuente con el pliegue del rollo para abajo para que no se abran y se echa más salsa por encima.
- Finalmente se decoran poniendo por encima queso fresco (podría valer el queso de Burgos), cilantro, cebolla picada y crema agria (en su defecto se puede usar un poco de nata líquida).
Nota: Alicia, en su propia adaptación de la receta me contaba que a ella le resultaba mucho más fácil pelar los tomates después de cocerlos un rato.
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